Sea cual sea la estación del año, el sistema de calefacción ha encontrado definitivamente su razón de ser en todos los hogares. Sin embargo, la temperatura ideal sigue siendo variable en función de cada ocupante y de cada pieza. Para aprovechar al máximo el concepto, hay varias razones esenciales por las que es importante programar su sistema de calefacción eléctrica.
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El bienestar y la comodidad ante todo
A lo largo del año, el ambiente en el corazón de cada hogar depende totalmente de la temperatura. El ser humano está llamado a evolucionar en un entorno que le ofrezca un calor adaptado a su estado físico.
De hecho, sólo con pensarlo, permanecer en una habitación fría en pleno invierno puede parecer un verdadero impedimento. A raíz de esta necesidad, el sistema de calefacción se ha democratizado en todas las casas europeas en general y en las francesas en particular.
Gracias a este concepto, ahora es más fácil y agradable volver a encontrar su pequeño hogar, después de cada salida requerida por obligaciones profesionales u otras necesidades más personales.
Sin embargo, con el uso, se ha comprobado que la calefacción, aunque beneficiosa en su generalidad, también puede ser una fuente de decepción. La búsqueda de confort y bienestar es la razón esencial de su presencia.
Sin embargo, un mal ajuste o un mal uso del equipo puede convertirse en una fuente de discordia que puede romper la armonía familiar, o simplemente sacarle de su buen humor, si vive solo. Es obvio que no podrá soportar un interior sobrecalentado o, por el contrario, no lo suficientemente cálido como para sentirse bien en él.
Cada habitación tiene su especificidad, y lo mismo ocurre con cada miembro de la familia. Una habitación más grande que otra requerirá una cierta potencia de calefacción, una persona menos friolera que otra buscará, por el contrario, todos los medios para bajar la temperatura, aunque sea un pequeño grado.
Por ejemplo, un buena calefacción eléctrica debe conseguir aportar el nivel de confort y bienestar a todos los ocupantes de la casa, independientemente de la habitación en la que se encuentren. Este imperativo indicaría entonces una obsesión permanente por mantener un ojo y los dedos en el sistema de control para encontrar la temperatura ideal. Para ahorrarle este tedioso proceso, ahora es posible equipar su sistema de calefacción con un sistema de programación automática.
Un aspecto moderno y práctico para su hogar
Unas décadas antes, una casa equipada con un sistema de calefacción optimizado, es decir, que pudiera llegar a todos los rincones de la casa, era la imagen de la vida moderna y de un estilo de vida elegante. Sin embargo, la evolución de la tecnología ha relegado este concepto al nivel de la obsolescencia, dadas las posibilidades que ahora están disponibles y se aprovechan en los hogares actuales.
De hecho, ya no es necesario pasar mucho tiempo ajustando la calefacción para encontrar la temperatura ideal, que seguirá variando de una habitación a otra. Hoy en día, la posibilidad de programar la calefacción responde, como siempre, a la búsqueda de confort y bienestar, ahora combinada con una necesidad de practicidad en el uso del concepto.
Para no perder más tiempo del necesario con su sistema de control, la tecnología actual permite configurar las preferencias de temperatura de la calefacción una sola vez, utilizando equipos diseñados para ello.
Se trata del programador, un dispositivo que debes conectar a tu sistema de calefacción. Establecerá de forma automática y autónoma la temperatura que desee en cada habitación de su casa. Se instala en paralelo con otros equipos complementarios, como el termostato.
El termostato es el elemento más importante para el buen funcionamiento del programador, ya que proporcionará a éste los datos que necesita para regular la temperatura según sus necesidades.
En función de sus posibilidades y de la configuración de su vivienda, puede elegir entre tres métodos de instalación de su programador. En primer lugar, puede conectarlo al sistema de calefacción por cable piloto. Es decir, hay que conectarlo al termostato, que proporcionará los datos necesarios a través de este cable para que se active o se ponga en modo de espera.
En un segundo caso, también puede adoptar la tecnología inalámbrica, utilizando ondas de radio para transmitir los datos de activación. Por último, para resaltar el aspecto decididamente moderno de su vivienda, puede optar por un sistema conectado, que ya no requerirá su presencia obligatoria en el recinto.
En cualquier caso, programar la calefacción eléctrica de esta manera responde a su necesidad de practicidad para mantener la temperatura adecuada en todas las partes de su casa.
Ahorro de energía y dinero
Según los estándares actuales, la temperatura ideal sería de 19°C en las salas de estar, un poco más en el baño y un poco menos en el dormitorio para dormir. Sin embargo, el principio actual es conseguir el máximo ahorro.
De hecho, el menor grado de más constituye un aumento del consumo de energía del 7%, según los análisis de la Ademe (Agencia Francesa de Medio Ambiente y Gestión de la Energía). Por lo tanto, la programación del sistema de calefacción es una solución ideal para obtener la temperatura óptima en el momento adecuado.
Ya no es necesario dejar la calefacción de una habitación durante todo el día cuando sólo se pasa unos minutos, o unas horas a lo sumo, como en el caso de los aseos y los baños. Y lo que es mejor, puedes incluso apagar la calefacción cuando estés fuera y volver a encenderla antes de volver a casa.
Esta opción es especialmente relevante para los sistemas con tecnología conectada.
Como consecuencia lógica de la adopción de esta práctica, una motivación adicional para utilizar un temporizador de calefacción es la consiguiente reducción de la factura eléctrica. Es obvio que un sistema que funcione sólo bajo demanda consumirá menos y, por tanto, costará menos que un sistema que funcione permanentemente.
Con menos acciones a realizar, se reduce la factura con un programador.