Acondicionar la ropa para prepararse para el duro frío del invierno no es tarea fácil. Hoy en día, las personas se enfrentan a una amplia gama de alternativas que pueden ofrecerles el confort que desean. Sin embargo, los costes en términos de consumo siguen siendo más o menos elevados, sobre todo si se utiliza un radiador eléctrico.
Sin embargo, tenga la seguridad de que actualmente existen soluciones eficaces que le ayudarán a reducir su factura mensual. Entre ellos están los métodos de aislamiento de las paredes o el techo. Además, siempre puedes plantearte sustituir tu equipo por otro que sea mucho más rentable.
He aquí algunas sugerencias sobre este tema.
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Desventajas de los calentadores eléctricos
Antes de sugerir otras alternativas a este equipo, sigue siendo importante averiguar por qué es necesario adoptar otras. De hecho, aunque este tipo de equipos sean fáciles de usar y baratos de adquirir, los gastos a largo plazo pueden llegar a ser astronómicos.
Esto se debe a que los calentadores eléctricos tienden a consumir mucha energía para poder devolver más calor.
Este valor aumenta más que la potencia del dispositivo en cuestión es alta. Por lo tanto, también es imprescindible elegir bien el modelo si sólo está interesado en esta opción por el momento debido a la falta de presupuesto. Para remediarlo, se han desarrollado muestras por inercia.
Por otro lado, en el punto de confort, cada categoría de radiador ofrece un nivel diferente de comodidad. Los que tienen un convector convencional, por ejemplo, distribuyen peor la temperatura por toda la superficie de la habitación en la que están instalados. Por ello, tenga en cuenta los consejos de los especialistas antes de hacer su selección.
Los diferentes tipos de radiadores eléctricos
Como se ha introducido anteriormente, hay varias categorías de estos dispositivos. Son cuatro. Cada uno de ellos tiene sus ventajas e inconvenientes.
Para empezar, tenemos el calentador de depósito. Su coste sigue siendo bastante elevado en comparación con otros modelos. De hecho, puede variar entre 750 y 2000 euros. Sin embargo, es una alternativa mucho más barata. Esto se debe a que su consumo es el más bajo en comparación con el de los convectores, por ejemplo.
Estos últimos gastan mucho más. Sin embargo, acondicionan más rápidamente la habitación en la que se encuentran.
El radiador de calor suave, en cambio, parece asequible. Puedes comprar uno por entre 300 y 800 euros. El uso de la energía aquí es moderado, lo que se traduce en una factura mensual media. Este es también el caso de un modelo por inercia de entre 400 y 900 euros.
Otra desventaja de estos ejemplares es su diseño bastante engorroso.
Radiadores eléctricos: la nueva generación
Para solucionar el problema del consumo de este tipo de equipos, los investigadores se han esforzado en mejorar su funcionamiento. Como resultado, se han desarrollado varios modelos nuevos, más eficientes energéticamente, que ya están disponibles en el mercado.
Entre estas innovaciones se encuentra el radiador eléctrico con batería. Como su nombre indica, éste funciona con una batería para ser alimentado cuando la unidad no está en uso. De este modo, la energía utilizada es limitada.
Además, también hay ejemplares conectados. Estos pueden conectarse a un medidor digital. El equipo de calefacción sabrá entonces cuándo se utilizan otras fuentes, como una estufa de gas, que pueden aumentar el calor ambiental.
Por lo tanto, cambiará al modo económico automáticamente.
Además, también hay paneles radiantes eléctricos. Funcionan mediante una placa que refleja el calor que ha almacenado previamente. Los últimos modelos de estos ejemplares cuentan con una tecnología inteligente que les permite seleccionar automáticamente el programa adecuado para cada situación que se presente.
En este sentido, si utiliza este tipo de producto, le aconsejamos que cierre siempre sus persianas para evitar un consumo innecesario.
Por último, tenemos los calentadores por inercia. Gracias a su especial funcionamiento mediante un fluido especial, el calor se distribuye mejor por toda la estancia en la que se integran. Ofrecen un trabajo regular que permite limitar los gastos de energía en comparación con los aparatos convencionales.
¿Cómo ajustar correctamente la calefacción eléctrica?
Para evitar el aumento exponencial de la factura de la luz a final de mes, hay que saber utilizar el calefactor eléctrico de forma inteligente. Por ello, le guiaremos en los ajustes que debe realizar en consecuencia.
El primer punto a considerar es la temperatura media de confort. Esto es entre 19 y 20 °C. Su termostato no debe superar este valor si no desea aumentar su consumo. Durante el día, puede ajustar su equipo a 16 o 17 °C.
Ahorro de energía: ¿qué equipo debe sustituir al radiador eléctrico?
Si te lo puedes permitir, hay otras soluciones de calefacción más económicas que el radiador eléctrico. Por ejemplo, puedes recurrir a productos como las estufas de leña. Por supuesto, luego tendrás que conformarte con el combustible necesario para su funcionamiento.
Sin embargo, sus costes energéticos se reducirán considerablemente.
Por otro lado, están los placas solares. Sin embargo, en este punto, deberá elegir bien su modelo si desea optimizar al máximo su confort térmico. De hecho, aunque estos equipos sean económicos, su rendimiento sigue siendo limitado.
También hay equipos de gas natural. Si tiene una caldera, esta alternativa puede ser más adecuada para usted. Especialmente si su espacio es lo suficientemente grande. Sus gastos serán 2,5 veces menores que con un radiador eléctrico.
Por último, están las bombas de calor. Estos son menos voraces, pero también ecológicos y más eficientes. En algunos casos, pueden integrarse en un aire acondicionado. Este dispositivo funciona captando las calorías contenidas en el aire exterior.
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