El coste de la calefacción de una vivienda suele ser una suma bastante elevada. Sin embargo, es posible controlar este coste sin afectar al confort de la vivienda. A continuación, le ofrecemos algunas recomendaciones esenciales que debe aplicar para calentar correctamente su casa y reducir el coste de la factura.
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Opta por un calefactor eléctrico de alto rendimiento
Elija uno calefacción eléctrica eficiente no siempre se improvisa. Se trata sobre todo de tener en cuenta los factores esenciales relacionados con la compra. Antes de elegir el aparato de calefacción, hay que tener en cuenta el aislamiento de la casa y el volumen de la habitación que se va a calentar. En este punto, basta con multiplicar la medida de la superficie en metros cuadrados por 100 W para obtener la potencia aproximada necesaria. En cambio, si la casa está bien aislada, hay que multiplicar la superficie total por 60 W. Además, cada habitación está adaptada a un radiador específico. Un radiador por inercia es ideal para salones, mientras que un modelo radiante o convector es adecuado para cocinas y pasillos. En cuanto al cuarto de baño, prevea un radiador por inercia.
Evitar que el calor se escape
El primer paso para controlar la calefacción de una casa es eliminar el derroche de energía. Para ello, acostúmbrese a cerrar siempre las persianas al salir de casa cada mañana y también durante la noche.
Aunque esto pueda parecer algo insignificante, puede ahorrarle mucho dinero, especialmente en el caso de las viviendas con cristales simples. Además, es importante no cubrir las aberturas orientadas al sur durante el verano.
También tendrás que pensar en aislar toda la instalación relacionada con la producción y distribución de calor. Esta operación afecta principalmente a las tuberías de calefacción y transmisión. Es inevitable cuando las tuberías pasan por habitaciones que no tienen calefacción.
Además, esta intervención puede permitirle beneficiarse de créditos fiscales.
Saber cómo ventilar la vivienda evitando que se escape el calor es también esencial para calentar el local lo mejor posible. Para evitar calentar la habitación innecesariamente, no encienda la calefacción cuando la ventana esté abierta, a menos que disponga de un aparato equipado con el modo «detección de apertura de ventanas».
Además, si investigas un poco más, puedes encontrar soluciones para limitar la pérdida de calor por el intercambio de aire. Entre los más conocidos, están los CMVs higrorregulables equipados con rejillas de ventilación cuya apertura y cierre están condicionados por la temperatura y la tasa de humedad del interior del local.
Para ir más allá, puede incluso elegir las CMV de doble flujo. Están equipados con un intercambiador de calor capaz de recuperar la mayor parte de las calorías de la ventilación.
Optimice su sistema de calefacción actual
Para obtener la máxima eficacia de su sistema de calefacción actual, no descuide su mantenimiento. Esto aumentará considerablemente la longevidad de su sistema y, sobre todo, hará que su casa sea más segura. Además, acostúmbrese a quitar el polvo de los aparatos eléctricos con regularidad.
Consulte al fabricante para saber con qué frecuencia debe purgar su aparato. También haga que un experto realice el mantenimiento anual de las calderas para optimizar su eficiencia.
También debe aprender a ajustar la calefacción para adaptarla a las necesidades de cada habitación. La clave es establecer el nivel de temperatura adecuado para cada habitación de la casa. Esto se puede hacer utilizando los termostatos que se encuentran en la mayoría de los hornos de hoy en día.
Estos dispositivos están diseñados para analizar automáticamente la temperatura de la habitación. Después, detectan la entrada de calor libre para ajustar el consumo. Además, numerosas pruebas han demostrado que el control de la temperatura puede reducir la factura de la calefacción hasta un 25%.
También debe programar sus calefactores para reducir los gastos. Este sistema controla los emisores de calor del sistema de calefacción para que se activen cuando sea necesario calentar la habitación. Dicho esto, se evita el despilfarro porque la unidad sólo funciona cuando es necesario.
Además, es posible diseñar escenarios de calefacción para cada habitación. De hecho, no hay que olvidar que no todas las habitaciones se calientan de la misma manera.
Por último, es necesario conocer la temperatura ideal de cada habitación para aumentar el ahorro. Los expertos recomiendan una temperatura de 19°C para salas como el comedor, la cocina o el despacho.
Para mejorar la calidad del sueño, se recomienda ajustar el termostato entre 16 y 18 °C en la habitación de un adulto y entre 18 y 20 °C para los bebés. En cuanto al cuarto de baño, una temperatura de entre 21 y 23 °C es más que suficiente cuando está ocupado y fuera de este periodo se puede bajar la temperatura a 17 °C.
Sustitución de equipos obsoletos
Si sigue utilizando un sistema de calefacción anticuado, no habrá ninguna mejora en su factura al final de cada mes. Para remediarlo, se recomienda encarecidamente invertir en equipos más eficientes. También debe saber que el cambio de los equipos antiguos puede suponer un ahorro de entre el 15 y el 30%.
Hoy en día, la mayoría de los aparatos de calefacción del mercado se benefician de importantes avances técnicos. Entre las funciones más recomendables está el detector de presencia y de apertura de ventanas. Estos sistemas permiten calentar sólo las habitaciones ocupadas.
Así, en cuanto se sale de una habitación, la temperatura se reduce automáticamente para evitar un calentamiento innecesario. Cada día, es aconsejable ventilar todas las habitaciones para mantener la calidad del aire y optimizar la ventilación. Además, hay muchas soluciones para limitar los gastos durante un periodo de tiempo ilimitado.
Por lo tanto, tómese su tiempo para informarse sobre las ofertas disponibles.
Los avances tecnológicos también permiten aprovechar energías gratuitas como el agua o el sol para calentar una vivienda. Muchas viviendas están equipadas con sistemas solares combinados. Estos ayudan a producir agua caliente sanitaria.
Además, pueden llegar a cubrir gran parte de las necesidades de calefacción.
Los nuevos sistemas, más eficientes, también permiten recuperar las calorías del aire exterior, la capa freática y el suelo y utilizarlas para calentar el interior. Además, el Estado fomenta estas prácticas estableciendo beneficios financieros muy atractivos.