Cuando llega la temporada de invierno, siempre nos enfrentamos a una pregunta: ¿cómo calentar la habitación? Hoy en día, son muchos los materiales que ofrecen los fabricantes para satisfacer las expectativas de cada hogar y, como sistema de calefacción complementario, la estufa de gasóleo está a la cabeza de las recomendaciones. En esta revisión nos centraremos en este económico y eficiente aparato.
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¿Combustión simple o doble?
Desde hace varios años, este equipo ha vuelto a estar en primera línea en cuanto a herramientas de calefacción. Aunque ha sido un poco olvidada en favor de las estufas eléctricas, de leña y de gas, está reapareciendo con nuevas técnicas que ponen de manifiesto su eficacia.
La estufa de queroseno que conocemos hoy en día no es diferente de la que utilizaban nuestros abuelos de antaño. Con la excepción de algunas tecnologías adicionales, sigue funcionando de la misma manera, es decir, con combustible líquido. Tiene un sistema de encendido por mecha o un sistema de inyección electrónica.
El primer tipo se divide en dos categorías. En primer lugar están los modelos de combustión simple o comúnmente conocidos como quemadores de flujo laminar. En general, están disponibles a un precio relativamente asequible, pero con una potencia razonable.
Utilizan un tipo de filamento incandescente que asegura que la mecha se incendie .
Proporcionan una capacidad de calentamiento rápida, pero la potencia suele ser incontrolable debido a la falta de un termostato y un programador. Por lo tanto, es preferible manipularlos con cuidado y tomar algunas precauciones de seguridad al utilizarlos.
Este tipo de aparato emite una cantidad considerable de CO22, por lo que sigue siendo importante ventilar la habitación donde está instalado.
El segundo tipo también utiliza el mismo proceso, pero tiene dos cámaras de combustión. Su principal ventaja radica en su eficacia para quemar todo el aceite contenido en su depósito. Esto con el fin de generar un calor intenso y uniforme en toda la habitación.
De este modo, se reduce considerablemente la emanación de sustancias nocivas para la salud. Esta clase de estufa también tiene una velocidad de calentamiento mayor que la anterior. Tenga en cuenta que ambos tipos de equipos no necesitan una conexión eléctrica para funcionar.
Sin embargo, las baterías están incluidas en la estufa, que debe ser revisada regularmente, ya que el rendimiento de las baterías depende de su funcionamiento.
Modelos electrónicos
En tercer lugar, tenemos los especímenes electrónicos. Son la última generación de estufas de parafina. De hecho, incluyen innovaciones en términos de tecnología avanzada. Hablamos del termostato, el temporizador, la conexión inalámbrica y muchos otros.
Además, también tienen un diseño muy atractivo y bien pensado. Aunque estos modelos suelen estar limitados por su movilidad, ya que deben estar conectados a la red eléctrica en todo momento, su potencia es tal que pueden funcionar como calefacción central en una vivienda.
Este tipo de equipo también es apreciado por los usuarios por su funcionamiento silencioso e inodoro. A diferencia de los aparatos de mecha, no producen monóxido de carbono, lo que es un criterio que inclina la balanza a la hora de comprarlos.
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Potencia y economía
Entre las muchas ventajas de utilizar una estufa de queroseno, su eficiencia energética se acerca principalmente al 100%. ¿Cómo se consigue esto? Simplemente por el hecho de que este equipo no requiere evacuación y es capaz de quemar todo su combustible.
También nos damos cuenta del ahorro que puede suponer el producto. Cualquier ejemplar ofrece de 5 a 7 horas de funcionamiento ininterrumpido para un litro de aceite. Por 20 litros, pues, tenemos cien horas a nuestra disposición.
Queda por decir que el precio del fuel sigue siendo relativamente bajo en comparación con la electricidad, lo que lo convierte en una buena alternativa para su uso a largo plazo. No obstante, hay que tener en cuenta que el consumo y la autonomía dependen de la capacidad del depósito.
En términos de potencia, estos dispositivos también ocupan un lugar privilegiado. Son capaces de calentar una habitación de 10 a 80 m² en el espacio de unos diez minutos.
Otras ventajas que se pueden aprovechar
La estufa de queroseno también tiene otras ventajas a tener en cuenta. En primer lugar, es fácil de instalar. Este equipo no requiere la instalación de un sistema de conexión eléctrica ni de un conducto de ventilación, por lo que no es necesario realizar ninguna obra de acondicionamiento.
Así, la unidad puede colocarse en cualquier lugar, incluso en zonas sin electricidad, como el lavadero, el sótano o el ático.
Además, este equipo es fácil de mover. Es posible cambiar su ubicación a voluntad. Basta con transportarlas con las asas dedicadas a este fin para garantizar su movilidad. Además, hay modelos electrónicos que necesitan estar permanentemente conectados a la red eléctrica.
Estos dispositivos también tienen opciones prácticas para optimizar su comodidad diaria. Por ejemplo, hay un termostato para ajustar la potencia, un temporizador para encender y apagar a la orden, o un modo conectado que permite controlar el aparato a distancia mediante accesorios informáticos.
Fallos a tener en cuenta
Por otro lado, este equipo no sólo tiene ventajas. Si su ejemplar no dispone de un detector de monóxido de carbono, tendrá que instalar uno en el almacén de su estufa. No hay que olvidar que la inhalación de grandes cantidades de este gas tiene graves consecuencias para la salud, incluso la muerte.
Por lo tanto, antes de comprar su modelo, asegúrese de que cumple la normativa de seguridad, es decir, la certificación CE.
La combustión también provoca un aumento considerable de la humedad. A veces, esto provoca marcas desagradables en las paredes o en los objetos de la casa, por no hablar del olor que genera el fuel que se quema.