La presión que experimentamos cada día en el lugar de trabajo o en nuestros hogares puede provocar varios tipos de enfermedades con el paso del tiempo. De hecho, bañarse constantemente en un entorno estresante tiene consecuencias perjudiciales para varias partes del cuerpo, especialmente el estómago.
Entonces nos volvemos propensos a los vómitos y a la fatiga insoportable. Para tratar este problema, disponemos de varias opciones de relajación. Además de los más populares, como el spa o la talasoterapia, también existe la balneoterapia.
Esta última se basa en el uso de agua dulce.
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¿Qué es la balneoterapia?
La balneoterapia o los cuidados en el baño son una práctica que tiene como objetivo utilizar el agua dulce para la relajación y el bienestar. Es un tratamiento que puedes elegir realizar en centros especializados o en casa.
Según los expertos, el agua dulce por sí misma no tiene ningún efecto real sobre la salud de un individuo. El secreto está en la forma de utilizarlo. Aquí, el líquido se envía en forma de chorros a través de sofisticados dispositivos. Esto es muy similar al concepto de un spa (consulte aquí la lista de los las mejores ofertas).
Los establecimientos pueden disponer de varias variantes. Por ejemplo, hay una bañera de hidromasaje para remediar los problemas de circulación sanguínea o las contracturas musculares. También es ideal para eliminar la celulitis.
Si sólo quieres relajarte después de una semana ajetreada, te recomendamos la bañera de hidromasaje. Consiste en recibir un masaje con chorros en agua caliente a una temperatura de entre 34° y 37°C.
Para los casos de osteoporosis, artrosis o mal retorno venoso, se le ofrece la pedimanuluve. Este procedimiento relaja los antebrazos y las piernas con una corriente de agua de mar que alterna entre caliente y fría.
En función del resultado que se desee obtener, se pueden aplicar otros tratamientos. Lo único que tiene que hacer es pedir consejo a los profesionales del instituto que elija.
Balneoterapia: las ventajas
La balneoterapia ofrece varios beneficios en diferentes aspectos. Al igual que en el spa, los efectos no se limitan a una relajación general del cuerpo, sino también de la mente. En el caso de los tratamientos con agua caliente, por ejemplo, se produce una mejor circulación sanguínea que conduce a una óptima oxigenación en todo el cuerpo.
Los nutrientes se mueven mejor para llegar a las zonas más necesitadas y así tratar sus dolencias lo antes posible.
Este proceso también se recomienda para combatir enfermedades como el asma o cualquier otra forma de alergia.
Gracias al masaje realizado por los chorros emitidos por las infraestructuras utilizadas en balneoterapia, los músculos se relajan. A continuación, se libera la presión para obtener una sensación de parto instantáneo. Se reduce el dolor acumulado durante un largo periodo de tiempo.
Balneoterapia: acceso
Si desea aprovechar las ventajas de este tratamiento, tiene dos opciones. La primera alternativa es dirigirse a institutos especializados en la materia. Esta solución puede ser costosa en función de la duración del tratamiento que haya elegido.
Sin embargo, tendrá la garantía de total satisfacción y buenos resultados porque manos profesionales se encargarán de ello. Para que tengas una idea clara de las tarifas, puede variar de 36 a 43 euros según la sesión y el centro.
Como segunda opción, puede considerar una instalación personal en su casa. Por supuesto, las facilidades para ello tampoco se dan, sin embargo, a largo plazo verás el ahorro que conseguirás. Para su información, los costes pueden oscilar entre 700 euros y 6000 euros de media.
Esto es aparte de la instalación.
¿Cuál es la opinión de los médicos?
Cuando se trata de relajarse, no siempre se nos ocurre pedir permiso a terceros. No obstante, para descartar cualquier posibilidad de deterioro de la salud, sigue siendo necesario pedir consejo a su médico sobre la balneoterapia.
Según algunos especialistas, esta práctica parece estar especialmente recomendada para personas en periodo de rehabilitación.
En algunos casos, para el tratamiento de algunas dolencias, es obligatoria la prescripción de un médico. Si es alérgico al cloro, por ejemplo, no podrá realizar este tratamiento.
Además, también tendrá que observar algunas contraindicaciones. Si tiene una úlcera o una cicatriz quirúrgica aún reciente, no podrá acceder a esta terapia. Lo mismo ocurre si tiene una enfermedad contagiosa, incontinencia, fístulas arteriovenosas o verrugas.
Las personas con tendencia a las náuseas no deben utilizar esta solución.
¿Necesito conocimientos especiales para practicar la balneoterapia?
Se plantean varias cuestiones en torno a este procedimiento. Al tratarse de una actividad que se desarrolla en el agua, algunas personas suelen preguntar si es necesario saber nadar para acceder al tratamiento. ¿La respuesta? NO. Aquí, todo lo que tiene que hacer es relajarse en un baño caliente, frío o ambos.
Por otro lado, como ya hemos especificado en las contraindicaciones, si tienes una herida abierta o si padeces una enfermedad contagiosa, deberás esperar el tiempo de tu recuperación antes de ser tratado en un centro o incluso en casa.
Esto es para evitar cualquier complicación de salud.
¿Cómo se desarrolla una sesión?
Cada sesión de balneoterapia tiene una duración limitada en función de los resultados esperados por el beneficiario. Por lo tanto, puede variar de 30 a 60 minutos. Pero antes de acceder a cualquier tratamiento, la persona afectada tendrá que pasar por un chequeo realizado por un masajista fisioterapeuta.
Una vez hecho esto, se iniciará una sesión de calentamiento. Si está en rehabilitación, se harán algunos ejercicios para trabajar las zonas dolorosas. El tratamiento finaliza con unos estiramientos o movilizaciones suaves en el agua según el caso de cada paciente.
Se recomiendan dos sesiones por semana. Todavía no se recomienda ir más allá.