Una casa nueva necesita un sistema de calefacción tan moderno como éste y que cumpla las normas impuestas por la legislación. El objetivo es disponer del equipo adecuado, que proporcionará el máximo confort y eficacia. Pero la cuestión del presupuesto y la economía a largo plazo es también un criterio importante.
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Breve resumen de la legislación
Antes de elegir el sistema de calefacción que pretende instalar en su nueva casa a construir (o en construcción), un breve repaso a la legislación relativa a este apartado podría ser de palpable ayuda. De hecho, hay que recordar que la Ley de Ordenación Térmica, más conocida como código RT 2012, está en vigor desde el 1 de enero de 2013.
Se centra en cinco apartados principales: material de construcción, estanqueidad, agua caliente sanitaria, ventilación y calefacción. En este último contexto, el límite de consumo permitido es de 50 kilovatios/hora de energía primaria por metro cuadrado y año (50 kWh/pie/m2/año). Si su proyecto cumple estas condiciones, ya puede empezar a pensar en el sistema de calefacción que está pensando en adoptar. Para ayudarte en esta búsqueda encuentre aquí una selección de los mejores productos en el ámbito de la calefacción.
Tal vez pueda motivarse para cumplir las condiciones de construcción de la «energía positiva», que debería estar operativa ya de 2021. El concepto es construir casas que produzcan más energía de la que consumen.
El principio de utilizar energía verde es la base del proyecto. Además, las autoridades ya han ofrecido incentivos a este respecto, como créditos fiscales u otras ayudas y subvenciones estatales.
Nuevos medios y energías para una calefacción óptima
Si decide optar por las nuevas energías, aquí tiene algunos consejos que pueden permitirle ya ahorrar unos cuantos vatios por hora al día, como parte de la optimización de la calefacción. En primer lugar, la energía solar no sólo es captada por las células fotovoltaicas.
Puede beneficiarse de ello en las horas centrales del día, exponiendo su edificio de forma que reciba los rayos del sol durante toda su trayectoria, desde el amanecer hasta el atardecer. A continuación, asegúrese de que la casa es perfectamente estanca, tal y como exige la RT 2012.
Para captar el máximo de luz y retener el máximo de calor, utilice el sistema de doble acristalamiento para todas sus superficies acristaladas.
Volviendo a la energía verde, la energía solar es la estrella. De hecho, es un recurso inagotable, totalmente gratuito y que se renueva día a día. Sin embargo, para adoptarlo, tendrás que estar preparado para pagarlo, porque el equipo necesario para una instalación estándar sigue siendo caro.
Afortunadamente, al optar por ella, puede beneficiarse de las subvenciones que concede el Estado. Todo lo que tiene que hacer es presentar una solicitud adecuada para la subvención.
A largo plazo, también puede convertirse en un edificio de energía positiva a largo plazo. Si produce más electricidad solar de la que consume, puede vender su excedente de producción a EDF. De este modo, se asegura la rentabilidad de su inversión a largo plazo, lo que le permite beneficiarse de electricidad gratuita para su calefacción y todo lo relacionado con el agua caliente sanitaria.
Por otro lado, obtienes beneficios vendiendo lo que no consumes.
También se pueden utilizar otros recursos renovables, pero parece que aún están en pañales y requieren algunas condiciones importantes para lograr un resultado óptimo. Es el caso de la energía eólica, por ejemplo, que también requiere una gran inversión material, además de la elección del lugar de explotación.
Medios convencionales aplicables a las viviendas nuevas
Si no quieres invertir en energía renovable de inmediato, siempre puedes optar por los métodos convencionales. Sin embargo, los diferentes tipos de equipos no son iguales, algunos son más favorables que otros en términos de rendimiento y economía.
Por orden de eficacia, estas son las posibilidades entre las que puede elegir.
La más recomendada es la caldera de gas de condensación. Su principio consiste en recuperar las calorías almacenadas en los vapores de agua cuando el gas se quema. En general, una caldera de este tipo se instala en paralelo con radiadores de bajo consumo, o proporciona el calor necesario que circula en el sistema de calefacción de suelos, paredes o techos.
También se puede acoplar a una bomba de calor para obtener un resultado híbrido que puede tener la certificación THQE (Muy Alta Calidad Ambiental).
La bomba de calor aire-agua es el segundo sistema interesante para calentar una casa nueva. Funciona extrayendo calorías del entorno natural, como el aire, el agua o el suelo. Funciona a alta temperatura y luego redistribuye el calor a diferentes partes de la casa, según la instalación.
Sin embargo, la rentabilidad de este dispositivo se refleja a largo plazo, por la reducción progresiva pero significativa de su factura de electricidad. Sin embargo, este tipo de aparato muestra su eficacia real sobre todo en las zonas templadas.
Si el aislamiento es perfecto en su nueva casa, puede optar por una caldera de pellets. Atención, se especifica pellets de madera, no troncos. De hecho, este último no sólo no se beneficia de ninguna subvención, sino que su uso está destinado a desaparecer en los próximos años.
Tras los estudios realizados, se ha comprobado que el tronco, en su aspecto habitual, favorece la contaminación mediante la producción de humo y residuos. Es mejor recurrir a los pellets que han sido tratados de manera que se eliminen los riesgos medioambientales.
Además, las calderas de pellets actuales tienen un depósito incorporado, lo que resulta más cómodo para la alimentación.
Por último, en función del tamaño de cada habitación de tu casa, puedes equiparte con aparatos de calefacción autónomos. Entre otros, la estufa de pellets sin electricidad, así como los radiadores de gas sin electricidad siguen siendo los más interesantes.