El monóxido de carbono es un gas nocivo que se suele pasar por alto, ya que rara vez somos conscientes de los efectos que puede causar en la vida cotidiana. Sin embargo, está presente en muchos hogares, ya que suele ser emitido por hornos que, lamentablemente, tienen un mantenimiento deficiente o inadecuado. Obsérvese entonces que hay casi 5000 casos de intoxicación y que puede ser mortal. Si quiere saber más sobre el tema, le invitamos a que preste atención a las siguientes líneas.
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¿De qué está compuesto el monóxido de carbono?
Conocido bajo el símbolo químico CO2, el monóxido de carbono es uno de los componentes que resultan de la oxigenación del carbono. A menudo es un gas desconocido para el público en general y se confunde erróneamente con el CO22, también conocido como dióxido de carbono.
De hecho, aunque estos dos tipos de gas representan componentes oxigenados, no podemos hablar de la misma composición, ya que los efectos sobre la salud difieren mucho. Como cualquier otro gas, el monóxido de carbono no es perceptible a simple vista.
Además, no desprende olor cuando se somete a una presión o temperatura «normal», lo que no siempre permite detectar su presencia .
En cuanto a su densidad, no hay mucha diferencia entre ella y el aire. Por lo tanto, es un gas que se obtiene tras una combustión que no tuvo éxito, ya sea una combustión de carbón, madera, gasolina, gas natural o butano.
Visto así, este gas puede entrar fácilmente en todos los hogares, pero es tóxico y puede ser muy perjudicial para la salud de todos. De hecho, una vez inhalado, se deposita en la hemoglobina y corre el riesgo de asfixiar el cuerpo a una velocidad sorprendente.
¿Qué puede provocar una intoxicación por monóxido de carbono?
Dado que la intoxicación por monóxido de carbono puede producirse en cualquier momento, hay algunas circunstancias que pueden desencadenar la propagación de este gas. De hecho, esto le permitirá minimizar o evitar cualquier tipo de exposición y así protegerse mejor.
En general, la intoxicación puede producirse en los siguientes casos, pero la lista no es exhaustiva:
– Usted posee un equipo que ha sido probado a lo largo de muchas épocas y que ha estado en uso durante más de medio siglo y todavía sigue utilizándolo.
– La habitación en la que se utiliza el aparato no está debidamente ventilada, ventilada y no tiene una salida de aire que permita que el gas encuentre refugio en otro lugar.
– No está utilizando los gestos correctos con respecto a algunos de sus equipos, por ejemplo, cuando deja su generador o su calentador de ambiente.
– Sus salas no tienen una salida de aire adecuada, lo que impide que los productos de la combustión se evaporen correctamente; por ejemplo, un conducto de humos que no tiene un tamaño eficiente o está obstruido.
– Está descuidando demasiado el mantenimiento de sus diversos aparatos que proporcionan calefacción o agua caliente, y lo mismo ocurre con las estufas, los hornos y los insertos.
Teniendo en cuenta lo anterior, ya tiene una idea de lo que debe hacer y, sobre todo, de lo que no debe hacer, porque en algunos casos pueden entrar en juego multitud de factores.
¿Cuáles son los síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono?
En la mayoría de los casos, la intoxicación por monóxido de carbono se identifica muy rápida y fácilmente, ya que el CO2 asfixia las células sanguíneas en poco tiempo de dos maneras, a saber, crónica y aguda. En el primer caso, la tasa de inhalación suele ser baja y, por tanto, las repercusiones son bastante leves, empezando por dolores de cabeza, confusión mental e incluso ganas de vomitar.
En el segundo caso, las cosas se ponen un poco más difíciles, ya que se enfrentará a una serie de mareos, impotencia muscular seguida de una ligera pérdida de conciencia. En los casos más graves, se ha llegado a registrar incluso el coma y la muerte.
En cuanto al tratamiento, favoreceremos una oxigenación de las células, de ahí la puesta en marcha de lo que se denomina «oxigenoterapia» que se realiza gracias a la puesta en marcha de máscaras oxigenadas y, para mayor eficacia, sesiones a través de cámaras hiperbáricas.
No obstante, hay que tener en cuenta que el paciente no siempre saldrá indemne, ya que una vez terminado y bien hecho el tratamiento, a menudo puede experimentar una migraña crónica e incluso puede sufrir parálisis o problemas de coordinación.
Algunos consejos prácticos para evitar la intoxicación
La intoxicación por monóxido de carbono puede evitarse si sigue nuestros consejos. Para ello:.
– Piensa en ventilar continuamente la habitación donde habrás decidido instalar tus aparatos, y para ello, privilegia las aberturas (que te harán además ganar un poco más de luz) y las ventilaciones. Esto es aún más importante cuando llega la temporada de invierno, porque generalmente durante este periodo se utilizan varios tipos de calefacción.
– Realice un mantenimiento adecuado de sus aparatos y encargue su instalación a un profesional del sector. Para ir más lejos, siempre es aconsejable realizar una inspección anual para los aparatos de gasóleo, carbón o madera y una inspección periódica cada 2 años para los aparatos de gas.
– Elija una época del año que le permita inspeccionar su conducto o chimenea.
– El calefactor no debe funcionar de forma continua, sino que sólo debe utilizarse durante periodos cortos de tiempo.
– Y la solución definitiva es equiparse con aparatos que emanen gas natural de tipo C.