El agua caliente dentro de la casa representa un nivel de confort del que la mayoría de la gente no puede prescindir en la actualidad. Sin embargo, esta necesidad tiene a veces un alto precio. Elegir el equipo y la fuente de energía adecuados ayudará a mantener los costes bajos.
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Elección de la máquina
El agua caliente de su casa no procede del sistema central de distribución. Sólo te proporciona el agua corriente que alimenta a todo tu barrio, pero sin llevarla a la temperatura que te gusta para la ducha. Para este detalle, se necesita un dispositivo especial para este fin: el calentador de agua.
Los modelos varían según las marcas, y dependiendo de su elección, puede encontrar el modelo que le permita hacer un gran ahorro en la instalación, en el funcionamiento o incluso en ambos. Seguramente encontrará una gran cantidad de modelos en oferta, pero en general, se pueden agrupar en dos categorías: el modelo instantáneo, y su contraparte conocida como el modelo de acumulación.
Podrá seleccionar el tipo de calentador de agua que se adapte a sus necesidades.
Calentadores de agua instantáneos
La principal ventaja de un calentador de agua sin depósito es su tamaño relativamente pequeño, que facilita su instalación. Como modelo complementario perfecto, puede colocarlo en una pared sobre el lavabo, por ejemplo, o en el cuarto de baño, sin requerir mucho espacio.
Funciona principalmente con gas, lo que le da otra ventaja en su independencia del sistema de calefacción central. Esto significa que sólo lo enciendes cuando lo necesitas, lo que también te permite ahorrar energía.
Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos puntos negativos con este tipo de calentador de agua. La primera es que hay que encenderla cada vez que se necesita agua caliente, por ejemplo para lavar los platos o ducharse.
Incluso si el tiempo de espera es corto, siempre es más importante en comparación con un modelo que se integraría en el sistema de calefacción central. Además, debido a su tamaño, este modelo en particular no tiene depósito, por lo que el agua se calienta a medida que pasa por la máquina.
Por ello, para proporcionar un calor eficaz, el caudal de salida es bastante bajo, ya que es la única forma de mantener el agua en la máquina el tiempo suficiente para que alcance la temperatura prevista.
El calentador de agua de almacenamiento
Este modelo representa el equipo utilizado por la mayoría de los hogares para tener agua caliente a voluntad para todos los miembros de la familia. Como la palabra indica, un depósito sirve para acumular agua y almacenarla una vez calentada. En función de sus necesidades, puede elegir hasta un Calentador de agua de 300l para que cinco personas se duchen correctamente, y para lavar los platos con agua a la temperatura adecuada para eliminar la grasa y las manchas. El punto fuerte de este tipo de calentador de agua es su gran capacidad de almacenamiento. Además, podrá disfrutar de agua caliente constante una vez almacenada en el depósito.
Por otro lado, hay que mencionar algunos inconvenientes, como el coste de adquisición, que puede ser bastante elevado según el modelo. Además, hay que tener en cuenta los posibles trabajos de instalación. En este contexto, como son bastante voluminosos, hay que elegir una ubicación adecuada.
Por último, un punto a destacar también se refiere a la necesidad de esperar un cierto tiempo, en caso de que se agote toda la reserva de agua caliente contenida en el depósito. Cuanto más grande sea el calentador de agua, más tiempo tardará en llenarse el depósito y llevar el agua almacenada a la temperatura deseada.
La elección de la energía
Energía fósil
Si desea limitar los costes de consumo de energía para el agua caliente, el sistema de calefacción de gas o petróleo es uno de los mejores en cuanto a costes de instalación. En los edificios más antiguos se ha utilizado mucho el gas o el petróleo y, gracias a los requisitos legales, todo sigue funcionando perfectamente.
Esto le ahorra grandes costes de instalación. Esta antigüedad también supone una ventaja operativa. La energía fósil sigue siendo una fuente de energía asequible y con resultados más que satisfactorios.
Por otro lado, la energía fósil no es muy contaminante. Como todos los hidrocarburos, el petróleo y el gas producen una cantidad importante de dióxido de carbono durante su utilización. El monóxido de carbono también sigue siendo un factor perjudicial para la salud humana.
Energía eléctrica
Es el recurso más común y más utilizado hoy en día, lo que lo hace ventajoso por su compatibilidad con cualquier tipo de dispositivo. Gracias a las normas que se actualizan periódicamente, su uso está demostrando ser la forma más interesante de aprender a limitar el impacto ecológico.
En la misma línea, ahora existen numerosos métodos para explotarla sin que se produzca un sobrecoste en la factura.
La electricidad se utiliza desde hace muchas décadas, y sus únicos contratiempos conocidos son los cortes de luz, las sobretensiones o las inestabilidades. Los impactos pueden ir desde la simple falta de agua caliente hasta el deterioro de los equipos, dependiendo de la gravedad de los problemas eléctricos.
Energía renovable
Ya ha evolucionado mucho desde sus inicios, pero todavía está poco explotada, debido a un defecto principal: el coste de la inversión, tanto en términos de instalación como de los equipos necesarios para su funcionamiento.
Sin embargo, hay muchas ventajas, entre las que destacan el coste de explotación, que es totalmente gratuito, y la disponibilidad casi permanente de recursos naturales para su uso. Afortunadamente, los usuarios han dado muchos resultados positivos, y este sistema es actualmente la mejor perspectiva para el futuro.
Además, la conversión al uso de la energía solar o eólica está ahora subvencionada por el Estado para los particulares.