Como todos los años, el periodo estival está en pleno apogeo en cuanto a la subida de las temperaturas. Esto provoca la deshidratación de nuestro cuerpo, que a veces es difícil de gestionar. El consumo diario de agua ya no es necesario.
Sin embargo, la señal se amplifica cuando la ola de calor anuncia su llegada. Pero además, sepa que también hay alimentos que contribuyen eficazmente a su hidratación, y otros que debe evitar. En el siguiente artículo, le daremos más información sobre este tema.
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Comer sal
Si siempre hemos pensado que la sal crea una sed inactiva para nuestro cuerpo, es mejor no dejar de consumirla durante una ola de calor. Sin embargo, asegúrese de consumir la cantidad adecuada de sal para evitar este problema.
¿Por qué? Simplemente porque la sal contribuye a la reintegración de los nutrientes liberados durante la transpiración. Por lo tanto, las calorías aportadas por este elemento siguen siendo esenciales para garantizar su gasto energético. De este modo, no se arriesga a caer rápidamente bajo el efecto de la fatiga mientras ejerce sus actividades.
Beber suficiente agua
Las necesidades de agua de nuestro cuerpo deben satisfacerse tanto si se trata de una ola de calor como si no. Sin embargo, durante la temporada de verano, se incrementan en gran medida debido al calor que afecta a la producción de sudor.
Por lo tanto, su consumo de agua debe estar en consonancia con la tasa de pérdida. Para ello, es necesario aumentar la cantidad diaria. En teoría, debe ser igual a 8 vasos de agua como mínimo, el equivalente a 800 ml.
Para mantenerse sano en tiempo de calor, esto supone entre 13 y 14 vasos, o entre 1,5 y 2 litros.
Lo más sencillo es utilizar agua embotellada o del grifo. Un consejo para esto último, puedes ponerlo en una garrafa si quieres que pierda el sabor a cloro. Este proceso sólo le llevará unos minutos.
Si quieres añadir un poco de frescura a tu bebida, siempre puedes añadir unos cuantos ml de sirope u hojas de menta para darle un sabor más característico.
Elige alimentos hidratantes
Además, el agua no es el único remedio para la necesidad de hidratación de nuestro cuerpo. También hay una multitud de alimentos que se pueden consumir a este efecto durante el período de la ola de calor. Los beneficios de las frutas y verduras están bien establecidos, sin embargo, algunas contribuyen más a la hidratación de nuestro cuerpo que otras.
Por lo tanto, recuerda adaptar tu dieta según la estación del año. En la misma línea, asegúrate de elegir platos frescos en lugar de productos horneados. Los alimentos horneados tienden a liberar mucho calor. Para ello, puedes optar por verduras como los pepinos o los calabacines.
Se pueden comer crudas. De este modo, su consistencia podrá proporcionarle la cantidad de sales minerales y agua que necesita. Además, esto le permitirá experimentar con recetas sin tener que pasar por la fase de cocción.
Durante el verano, están de moda frutas como el melón y la sandía. Tienen muchas ventajas. Además de ser buenos digestivos, contribuyen eficazmente a la hidratación de tu cuerpo. Esto significa que le darán la oportunidad de compensar en gran medida las pérdidas debidas a la transpiración.
Adoptar otras recetas
Innovando sus recetas, también puede dejarse tentar por las sopas frías. En este sentido, los gazpachos se presentan como la mejor de las alternativas. Este preparado de origen español que quita la sed es una gran opción para obtener vitaminas y minerales.
También merece la pena probar otros platos, como la sopa helada de calabacín, guisantes, leche de coco o lima.
En cuanto a la ingesta de proteínas, no hay que descuidar alimentos como el pescado, el marisco y los embutidos. El aceite de oliva y el zumo de limón te ayudarán nutricionalmente. Para acompañar las verduras, puedes recurrir a una nueva receta: el carpaccio.
Las frutas de temporada, como las cerezas, las fresas o las frambuesas, completarán su plato convirtiéndose en un postre. Ten en cuenta que los yogures y los fromage frais hidratan tanto como un vaso de agua, así que no dudes en comerlos entre horas.
Encontrar la cantidad ideal
El calor suele quitarnos el apetito. Durante la temporada de calor, tendemos a comer menos. Esto no es un problema, siempre y cuando equilibres tu dieta y satisfagas tus necesidades de agua. Además, a la ingesta de grandes cantidades de alimentos siempre le sigue una larga digestión.
Este proceso requiere que su cuerpo produzca energía extra. Este fenómeno es aparentemente contrario a lo que busca, y posteriormente estimulará una acumulación de calor en su cuerpo.
Por lo tanto, es necesario llevar una dieta equilibrada, sin demasiada sal ni azúcar, sin demasiados alimentos cocinados y tampoco demasiado crudos. La dieta diaria debe contener esencialmente los elementos necesarios para pasar el día: fruta, verduras, alimentos con almidón y proteínas.
Estos últimos son esenciales para un aporte de energía sin el cual caerías rápidamente bajo el efecto de la fatiga.
Alimentos que deben evitarse
Por otro lado, hay una serie de alimentos que deberías dejar de lado (o simplemente reducir) durante el tiempo de calor. Evite las preparaciones cargadas, grasas y demasiado saladas, como la carne de vaca estofada o el cassoulet, que son obviamente platos típicos del invierno.
Al mismo tiempo, manténgase alejado de las carnes grasas cocinadas en la barbacoa o en aceite, ya que son difíciles de digerir. También hay que tener cuidado con ciertas frutas y verduras con propiedades diuréticas como las alcachofas y los espárragos.
Favorecen la pérdida de agua de nuestro cuerpo.
