Llega el verano, que da rienda suelta a la libertad de vestirse con ligereza y permitirse todo tipo de disfraces. Sin embargo, hay que tomar precauciones a la hora de elegir la ropa. Aunque ciertos momentos de ola de calor pueden empujar al naturismo, la ropa adaptada te evitará inconvenientes.
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¿Qué tipo de ropa llevar cuando hace calor?
Cuando sale el sol a primera hora de la mañana, el color azul del cielo promete un día de altas temperaturas. La ventaja del verano es, sobre todo, el hecho de que puedes llevar todos los estilos de ropa minimalista, desde túnicas ligeras hasta pantalones cortos de vestir, sandalias y chanclas que respiran las vacaciones en su totalidad.
Sin embargo, por diversas razones, sigue siendo necesario un mínimo de ropa para disfrutar plenamente de la estación más calurosa sin correr el riesgo de sufrir sus efectos.
La salud es el primer factor a tener en cuenta a la hora de adoptar un estilo de ropa. Dado que cada persona es única, lo que le conviene a uno de tus amigos no necesariamente te conviene a ti, y viceversa. En cualquier caso, siempre se han realizado estudios para tratar de encontrar ideas estándar que se adapten al mayor número posible de personas.
Por ejemplo, se ha demostrado que llevar ropa holgada puede sentar bien a cualquier tipo de persona durante el verano, independientemente de su personalidad específica. La principal ventaja de este tipo de ropa es la posibilidad de que el aire circule a través del tejido para refrescar la piel.
Cuando hay suficiente espacio, no sólo te sentirás cómodo, sino que el aire que circula por él actuará como amortiguador térmico. Cuando hace calor, los vasos tienden naturalmente a dilatarse. Si estás acostumbrada a los leggings, a los tops ajustados y a los zapatos con cordones, deberías pensar en cambiar tu vestuario para el verano.
Además de esta reacción natural de dilatación de los vasos, la ropa ajustada añadirá presión a tu cuerpo, que puede no ser capaz de soportarla con el tiempo, y te lo hará saber de forma desagradable.
Otra condición para mantenerse en plena forma durante los calurosos meses de verano es llevar ropa ligera. De este modo, se favorece la evaporación de la transpiración, que es un sistema natural de regulación de la temperatura del cuerpo.
La elección del tejido desempeña un papel importante en este sentido. El algodón ha sido el tejido más recomendado durante años por sus muchas virtudes, entre ellas su calidad de transpirable y su capacidad de secarse rápidamente en caso de fuerte transpiración.
Pero también puedes elegir otros tipos de tejidos de fibra natural, como el lino, que tiene más o menos las mismas virtudes.
Sin embargo, el único inconveniente de las fibras naturales es su dificultad para evacuar la humedad. Secan la piel de la transpiración, pero retienen la humedad permanentemente. La única manera de evitar este inconveniente es cambiarse de ropa tan a menudo como sea posible cuando se sienta incómodo con la humedad.
También puedes optar por tejidos semisintéticos a base de fibras naturales, que han sido investigados y diseñados para mantener tu piel seca a pesar de un exterior húmedo. Este tipo de tejido ha demostrado su eficacia en el ámbito deportivo, por ejemplo.
Mantener un estilo sobrio y adaptado
Aunque el mercurio suba mucho en las graduaciones, las reglas del decoro exigen que se mantenga una apariencia decente y adaptada a una vida real en sociedad. A no ser que estés en un club naturista junto al mar en el que esté prohibido todo tipo de tejido, debes cubrirte de forma decente. La situación es aún más necesaria para los empleados de una oficina, cuyos responsables pueden exigir siempre un atuendo específico, a pesar del calor. El ejemplo del personal de recepción, que siempre está en contacto con los distintos clientes, ilustra perfectamente este caso. Afortunadamente, hay una serie de soluciones para resolver cualquier duda. El uso de un ventilador de pie o el aire acondicionado sigue siendo el medio más utilizado por casi todas las empresas. Para otros, adoptar un atuendo especialmente diseñado para los meses de verano permite a los empleados sentirse cómodos sin empañar la imagen de la empresa.
En un entorno menos formal, los especialistas recomiendan llevar ropa y accesorios que cubran lo máximo posible para proteger la piel de las quemaduras solares. En particular, asegúrese de cubrirse la cabeza y las orejas con un sombrero grande.
Evita los tirantes pequeños o el estilo sin hombros, ya que los hombros son una de las zonas más sensibles de la piel. Elige una camiseta ligera o una blusa de algodón para vestir tu top. Para la parte inferior, puedes optar por pantalones túnica ligeros, bermudas o pantalones cortos para combinar con sandalias pequeñas o zapatillas.
Este conjunto es adecuado para la ciudad. Pero si estás disfrutando de unas vacaciones o de un momento de relax junto al mar, aunque el look sexy puede ser tentador, evita exponerte con el bañador como única prenda.
En su lugar, cúbrete todo lo posible con un pareo, y no olvides protegerte con una buena crema solar.
No dude en añadir color
Durante años, el color claro ha sido reconocido como la mejor manera de mantener el cuerpo fresco cuando hace calor. Esta teoría ha sido verificada y probada muchas veces, que el blanco y todos los demás colores claros reflejan la luz y por lo tanto el calor.
Sin embargo, también se ha demostrado que los colores oscuros también protegen del calor a su manera. Absorben el calor por convección y mantienen la piel fresca. Así que puedes llevar cualquier color en verano, siempre que lo soportes.