Durante el verano, los riesgos para la salud pueden aumentar con el aumento de las temperaturas. Normalmente, del 15 de julio al 15 de agosto, el calor provoca olas de calor insoportables. Aquí tienes algunos consejos para mantener tu casa fresca.
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Frescor en verano: consejos
Cierre las ventanas
El sol sigue siendo la principal fuente de calor durante los meses de verano. Tendrás que protegerte de sus rayos. Por lo tanto, aunque parezca contradictorio, mantener las persianas bajadas es una de las formas más eficaces de protegerse de la subida de la temperatura.
Gracias a este truco, la luz se reflejará en tus persianas en lugar de entrar en la habitación.
En esta serie de ideas, dado que las habitaciones estarán vacías durante el día, hay que limitar el almacenamiento de calor en ellas. Para ello, basta con abrir las cortinas y las ventanas sólo por la noche. También parece interesante la instalación de películas protectoras que filtren los rayos ultravioleta.
Reducir el uso de la electricidad
Los electrodomésticos, como las lavadoras y las secadoras, consumen una gran cantidad de electricidad. Además, aunque parezca paradójico, el frigorífico desprende mucho más calor en el exterior para mantener el frío en el interior. Por ello, su uso por la noche sigue siendo el más óptimo, ya que la temperatura será más fresca.
Además, aparatos como radios y televisores siguen consumiendo energía incluso cuando están en reposo. Por último, las lámparas incandescentes y halógenas producen una cantidad importante de calor. Las bombillas LED le ofrecen una alternativa recomendada por los especialistas.
Promover la circulación del aire
Algunos investigadores recomiendan un sistema de chimenea natural para ventilar su casa. El principio consiste en abrir una ventana en el piso superior, preferiblemente en una habitación orientada al norte. Por otro lado, en la planta baja, deja que el aire circule hacia una abertura en el lado sur.
Esto favorecerá la circulación del aire y permitirá su renovación en toda la casa.
Si la distribución de su casa no permite este proceso, puede conformarse con el uso de aparatos como el ventilador de pie. Además de ser más estético que los modelos tradicionales, este tipo de máquina también ofrece la ventaja de no ocupar demasiado espacio.
Instalar un sistema de aislamiento
La instalación de un aislamiento eficaz en su hogar garantiza el confort en todas las condiciones meteorológicas. Gracias a la utilización de materiales de baja conductividad térmica, como el poliuretano, la lana de vidrio o el corcho, el resultado puede observarse a corto plazo.
Una inversión rentable, la instalación de un dispositivo de este tipo le hará ahorrar dinero en su factura energética. Además, se puede aislar toda la superficie de su vivienda: desde las paredes hasta el tejado. Además, su efecto es doble: en periodos de mucho calor, refrescará el interior, mientras que en invierno, este sistema le proporcionará temperaturas más cálidas.
Sin embargo, no hay que olvidar que este proceso debe ir acompañado de una buena ventilación. Debido a la acumulación de humedad, el ambiente puede volverse rápidamente insalubre sin una circulación de aire óptima. Incluso con un sistema de aislamiento eficaz, el moho puede desarrollarse y dañar el papel pintado o la pintura.
Replantea la decoración de tus paredes
Los rayos del sol te aportan luz y calor. Su nivel de reflexión en las paredes de su casa depende de la pintura utilizada en ellas. En otras palabras, las paredes con colores oscuros absorberán más energía térmica que las de colores claros.
En otras palabras, cuanto más brillantes sean sus fachadas, menos calor acumularán.
Si sientes la fibra ecológica en ti, otra opción es mantener tu casa fresca. Entre ellas se encuentran los muros de plantas trepadoras. Gracias al fenómeno de la fotosíntesis, este muro vegetal que se interpone entre usted y el sol produce oxígeno durante el día.
Al absorber el dióxido de carbono del aire, que lo purifica, la hiedra y las hortensias pueden reducir la temperatura entre 7 y 9°. Además, actuando como decoración natural, estas paredes vegetales crecen a una velocidad asombrosa.
Variaciones estacionales y ola de calor
La cuestión de las variaciones de temperatura ha fascinado desde la antigüedad. Considerado en un principio como obra de las deidades, este fenómeno natural es ahora objeto de estudios científicos. El famoso sociólogo Marcel Mauss incluso ha publicado un ensayo sobre el tema. El ciclo de las estaciones sigue dando ritmo al curso de la vida humana en la actualidad.
Además, el calentamiento del aire durante el periodo estival provoca ocasionalmente olas de calor, conocidas comúnmente como olas de calor.
Caracterizada por el aumento de las temperaturas, esta singularidad meteorológica suele ir acompañada de una elevada humedad. En otras palabras, el nivel de humedad aumenta, lo que agrava la sensación de calor. Durante al menos 72 horas, este fenómeno trae consigo su cuota de inconvenientes.
En particular, contribuye a la contaminación del aire, pero también aumenta el riesgo de incendios forestales.
Ante una exposición prolongada al estrés térmico, el organismo pone en marcha mecanismos de defensa para estabilizar su temperatura interna. En este caso, activar la sudoración y aumentar el flujo sanguíneo puede ayudar. En otras palabras, el cuerpo intenta disipar más calor del que gana.
En algunos casos, los efectos no se limitan a las manifestaciones fisiológicas. Un nivel elevado de calor aumenta la irritabilidad o puede provocar la pérdida de concentración. Los problemas de salud asociados al aumento de las temperaturas son numerosos.
Entre ellas se encuentran el edema por calor, el agotamiento, el síncope y otras molestias.
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