¿No soportas el calor, tanto que te gustaría quedarte a la sombra todo el día o acurrucado en tu bañera? Mientras tu cuerpo sea capaz de soportar las distintas variaciones de temperatura, es conveniente aligerar la carga para que puedas seguir realizando tus actividades habituales.
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Beber mucha agua
En primer lugar, es importante saber que cada cuerpo no reacciona siempre de la misma manera al calor. Mientras que algunos pueden soportar una fuerte ola de calor, otros se encontrarán rápidamente en apuros. En otras palabras, esto está relacionado principalmente con la genética de cada uno, pero también con su metabolismo.
Sin embargo, si hay algo que sabemos con certeza es que el cuerpo necesita estar hidratado cuando está bajo tanta presión. Por eso hemos decidido tratar este primer punto como prioritario.
Beber agua evitará que se deshidrate, ya que la primera respuesta del cuerpo al calor es la transpiración. Por lo tanto, si en un día normal ha tenido la buena costumbre y el reflejo de beber regularmente a lo largo del día, hasta terminar casi 2 litros de agua; se recomienda beber más si el calor empieza a sofocar.
Por lo tanto, se considera prudente añadir un litro más, teniendo en cuenta el tiempo de exposición al calor. Aquí no tendrás que esperar a tener sed para hacerlo, ya que esta sensación ya significa que estás empezando a deshidratarte.
Además, evita las bebidas ricas en cafeína, como el café o el té. Además, aunque te apetezca comer azúcar, evita hacerlo, ya que favorece la secreción de orina.
Adaptación de la dieta
¿Te gusta tomar el aperitivo o eres de los que piensan que tomarse una buena jarra de cerveza es la idea del siglo para refrescarse un poco? Pues no, sólo empeorará las cosas, porque las bebidas alcohólicas favorecen la deshidratación.
La cerveza, el vino y el whisky deben evitarse en la medida de lo posible. Del mismo modo, en lo que respecta a la comida, no te precipites con platos que te parezcan demasiado copiosos o que te resulten difíciles de digerir.
¿Por qué no? Porque para hacer la digestión, tu cuerpo tendrá que realizar un importante gasto energético. En este sentido, lo mejor sería dar preferencia a las ensaladas, las verduras o las frutas, ya que se sabe que estos alimentos son especialmente ricos en agua y minerales.
¿Y por qué no optar por una buena sopa fría como el gazpacho?
Adaptar la forma de vestir
Por supuesto, no vas a ponerte un jersey cuando ya tienes calor, y lo sabemos, pero algunos tejidos te ayudarán a controlar mejor el calor. En este sentido, opta por camisetas o camisas de tirantes que hayan sido diseñadas con fibras naturales, como el lino o el algodón.
En la misma línea, sería mejor no llevar material sintético encima, porque no sólo se pegará a tu piel, sino que te hará sudar aún más, por no hablar de que tu piel se irritará muy rápidamente.
Además, evita las prendas que te aprieten y opta por otras más holgadas, ya que permitirán que el aire circule, lo que ayudará a limitar tu transpiración.
También hay que tener en cuenta que el color juega un papel importante. Por ello, le recomendamos que se vista con tonos más claros que no absorban el calor. Por lo tanto, deben evitarse los colores oscuros (principalmente el negro).
Por último, si sale al aire libre, no olvide protegerse la cabeza poniéndose un sombrero o una gorra. Incluso puedes pensar en mojar el sombrero o la ropa para que el calor no se sienta demasiado.
Adaptación al entorno
Lo ideal, y si es posible, en caso de fuerte calor, sería mejor quedarse en casa y disfrutar un poco del frescor del hogar. Y para mantener la temperatura de la habitación a un nivel agradable, puede, por ejemplo, encender su ventilador de bajo ruido. Además, recuerde ventilar su casa a primera hora de la mañana, ya que el aire aún es fresco. En cuanto el sol empiece a brillar, no olvides cerrar las persianas, las cortinas y los postigos. Por la noche, vuelve a ventilar tu casa y deja que la baja temperatura se instale.
En el mismo estado de ánimo, recuerde que debe evitar los lugares muy concurridos y, sobre todo, si el espacio está cerrado. Tampoco salga entre las 12 y las 16 horas, porque generalmente es entre esta franja horaria cuando el calor alcanza su punto máximo.
Enfriamiento más frecuente
Es muy agradable poder refrescarse tanto como se quiera durante los periodos de calor, y esto es aún más recomendable. Sin embargo, aunque tengas la tentación de darte una ducha fría para reducir un poco la sensación de calor, ten cuidado, ya que no es lo mejor.
De hecho, tomar una ducha fría podría empujar a su cuerpo a buscar el calor aún más, y por lo tanto podría activar un mecanismo para calentarse. Por lo tanto, lo ideal sería refrescarse con agua tibia o ligeramente fría.
Encontrar el sueño a pesar del calor
¿Alguna vez has tenido que darte la vuelta en la cama todo el tiempo, probando todas las posturas sin poder conciliar el sueño con el calor? Si la respuesta es afirmativa, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a seguir disfrutando de un sueño reparador a pesar de las molestias
Por lo tanto, come muy poco antes de acostarte y elige legumbres secas, nabos, cerezas o infusiones que te ayudarán a conciliar el sueño más fácilmente, gracias a que son ricos en triptófanos. Además, dúchate con agua tibia antes de acostarte.
Y para que sea más sencillo, también puedes abrir las ventanas.